Una noche redonda se vivio en la Arena Corner Sport de Chihuahua, el escenario estaba listo para un partido épico, la gran final que definiría el destino de dos equipos con ansias de gloria: los Chihuahua Savage enfrentándose a los Kansas City Comets. Con la ventaja de haber ganado el primer juego de ida, los locales buscaban sellar su victoria en casa, pero los Comets no estaban dispuestos a ceder fácilmente.
El partido comenzó con un ambiente tenso, palpable en cada rincón del estadio. Los aficionados de Chihuahua, conocidos por su fervoroso apoyo, llenaban el aire con cánticos y tambores, pero el ímpetu inicial favoreció a los visitantes. Ray Lee, con una precisión casi quirúrgica, abrió el marcador para los Comets, dejando un silencio momentáneo que se extendió como una sombra sobre los locales. No pasó mucho tiempo antes de que Leonardo Acosta, con un remate potente, duplicara la ventaja, intensificando las dudas entre los seguidores del Savage.
Sin embargo, el espíritu indomable de Chihuahua se manifestó en la figura de Miguel Díaz, quien, con un disparo al ángulo superior, revivió las esperanzas de su equipo. La celebración fue efímera, ya que Rian Marques, con astucia y velocidad, restauró la ventaja de dos goles para los Comets antes de que concluyera el primer cuarto.
A medida que el juego avanzaba, los Savage mostraban signos de recuperación. Kristian Quintana, en un momento de inspiración, redujo la brecha antes del descanso, infundiendo una nueva energía en el equipo. El tercer cuarto fue un toma y daca emocionante, con Ramone Palmer anotando nuevamente para los Comets, pero Adriano Nunes y Bryan Macias, este último el capitan del equipo, lograron igualar el marcador, desatando una ola de júbilo en las gradas.
Con el inicio del último cuarto, el aire estaba cargado de electricidad. Los Savage, empujados por una multitud ensordecedora, se lanzaron al ataque. Hugo Puentes, quien más tarde sería nombrado el jugador más valioso, emergió como el héroe, marcando el gol de la victoria y asegurando el segundo título consecutivo para Chihuahua. Su gol no solo selló el partido, sino que también grabó su nombre en la historia del club.
Al concluir el partido, mientras la Arena Corner Sport se sumía en una celebración frenética, se entregaron los reconocimientos: Diego Reynoso fue galardonado como el mejor portero del torneo, consolidando aún más la defensa de Chihuahua como una de las más formidables. Hugo Puentes, con su actuación estelar, recibió el premio al jugador más valioso, un testimonio de su decisiva contribución en el momento más crucial.
Así culminó una noche de fútbol memorable en Chihuahua, donde el Savage demostró que el corazón y la determinación son a menudo los verdaderos campeones en el deporte.